Maternidades culposas

Gabriela Rivera Lucero

 

Maternidades Culposas es un proyecto transdisciplinar de fotografía, performance y bordado consistente en una serie de autorretratos fotográficos donde poso junta a mis dos hijas portando bordados confeccionados con nuestro propio cabello, en los que se busca honrar la memoria de quienes padecieron violencia de género y en particular de castigo femicida, también llamada violencia vicaria. Trabajo con cabello humano invocando el modo de utilización de las culturas andinas, a modo de ofrenda, y de conexión con las deidades y ancestras, reinterpretando este gesto en una particular ceremonia, que ahora es entregada por mujeres –yo y mis hijas– a otras mujeres, cuidadoras e hijas, para visibilizar y denunciar las violencias ejercidas contra ellas.

Maternidades Culposas se interroga acerca de la figura materna y las múltiples violencias que sobre ella se ejercen. Para lo cual tomo como punto de partida una investigación situada y feminista, desarrollada desde mi propia condición autobiográfica como madre, e indago en diversos casos de femicidios de madres acaecidos en Chile desde el año 2005 al 2015. En esta búsqueda referencial fue crucial encontrarme con la categoría de “castigo femicida” -investigada en profundidad por la Red Chilena Contra la Violencia a las Mujeres- que consiste en que quienes cometieron el delito femicida no sólo atentaron contra la pareja y/o ex pareja, sino que incluso contra sus personas amadas y más cercanas como hijas e hijos o algún familiar.

Teniendo en antecedente también casos recientes de asesinatos de infancias y adolescencias y el maltrato infantil de parte de padres o cuidadores, me planteo de manera crítica sobre el hecho de que se suele satanizar a la madre y dejar de lado la responsabilidad de la figura paterna. A este respecto, un caso emblemático acaecido el año 2015 es el de un niño de la ciudad de Arica, Chile, que fue alimentado por una perra mientras sufría abandono por parte del padre, y se mantenía al cuidado de su madre, quien nulamente le brindaba dedicación. A partir de esto surge la idea de producir obra fotográfica desde la perspectiva de una madre víctima de violencia de género que; es violentada por su pareja, es violentada por un sistema vertical y patriarcal, que anula o invisibiliza la responsabilidad paterna y le asigna todos o muchos deberes a la madre y muy pocos o nulos derechos.