Gabriela Rivera Lucero
Proyecto fotográfico que toma como referente casos de castigos femicidas, en que quienes cometieron el delito no sólo atentaron contra la pareja y/o ex pareja, sino que incluso contra lxs hijxs de ésta, o sus mismos hijxs.
Desde ese punto me interesa destacar la figura de la madre como memoria autobiográfica siendo yo misma madre, y la presencia de la culpa como fruto de la formación patriarcal.
Teniendo como antecedentes los casos recientes de asesinatos de hijos e hijas, y el maltrato infantil por parte de padres o cuidadores, se suele satanizar a la madre y olvidar la figura paterna. Un caso emblemático es el niño habitante en la ciudad de Arica, quien fue alimentado por una perra mientras sufría abandono por parte del padre y se encontraba al cuidado de su madre, quien nulamente le brindaba dedicación. Es así como surge la idea de una madre que además de violentada por su pareja, es violentada por un sistema patriarcal al anular la responsabilidad paterna, y asignarle todos los deberes a la madre y pocos derechos y cuidados.
Cuando algunas mujeres feministas o madres “conscientes” tomamos la decisión de tener hijxs procuramos darles bienestar. Si esto no ocurre aparece el fantasma de la formación patriarcal de la culpa, como el de la mala madre, y se tiende a juzgar: ¿Por qué una mujer que no es capaz de dar “bienestar” a su criatura decide parir? si no es así, ¿será mejor abortar? o, ¿no tenerlo?
Busco indagar en estas fisuras, por un lado en el sentimiento de culpabilidad y en otro, por el juicio emitido acerca de “lxs otrxs”; conductas que también hacen parte de una cultura patriarcal.