Pía Acuña Molina
Esta secuencia fotográfica es un homenaje a Stephanía Morales, mujer de 21 años a quien su novio, Francisco, asesinó un día de verano del año 2015 en la comuna de Caldera. La golpeó y no conforme con esto, subió a su automóvil pasando este por encima de su cuerpo, no una, ni dos veces, fueron tres atropellos los que bastaron para dejar a Stephania en agonía durante 5 días en el hospital de Copiapó hasta que la muerte puso fin a su sufrimiento.
El desierto en su paradojal estado de florecimiento son el escenario del homenaje. La inmensidad facilita la visibilidad de los elementos simbólicos, el rito de la intervención se funde con el sentir propio en torno a las dinámicas patriarcales tan presentes en el territorio.